Son placas fotográficas más gruesas de lo normal, que contienen bromuro de plata y están especialmente preparadas para detectar partículas cargadas ionizantes. Estas, al llegar a la placa, originan una reacción química que lleva a que los minúsculos granos de plata se depositen (impresión).
Debido a estas reacciones, las partículas cargadas van perdiendo energía gradualmente, en consecuencia, las impresiones en la placa son trazas muy cortas, que han de ampliarse para su estudio, por ejemplo, mediante un microscopio. En combinación con detectores electrónicos, han sido usadas (aprovechando su resolución espacial) en la física de quarks pesados.