Un hadrón es cualquier partícula formada por quarks, anti-quarks y gluones. El ejemplo más famoso de un hadrón es un protón. Los hadrones, a su vez, se dividen en bariones y mesones.
Los bariones son el protón, el neutrón, la lambda, las sigmas, las cascadas, las resonancias formadas en las colisiones de un π o de un K con u nucleón, así como las antipartículas de todas ellas.
Los mesones son los piones, los kaones y las resonancias que se forman en la interacción de dos piones.
Todas las partículas subatómicas observadas son hadrones excepto los bosones gauge de las interacciones fundamentales y los leptones. A excepción de los protones y neutrones que están unidos en núcleos atómicos, todos los hadrones tienen una vida corta y se producen en las colisiones de alta energía de partículas subatómicas.
Las otras tres fuerzas básicas de la naturaleza también afectan el comportamiento de los hadrones: todos los hadrones están sujetos a la gravitación; los hadrones cargados obedecen las leyes electromagnéticas; y algunos hadrones se rompen por medio de la fuerza débil (como en la desintegración radiactiva), mientras que otros decaen a través de las fuerzas fuertes y electromagnéticas.