El kilogramo (kg), es la unidad básica de masa en el sistema. Un kilogramo es casi igual (originalmente se pensó que fuera exactamente igual) a la masa de 1000 cm cúbicos de agua.
El cilindro usado para definir un kilogramo, mantenido en el Laboratorio de la Oficina Internacional de Pesas y Medidas en Sèvres, Francia.
El estándar para la unidad de masa, el kilogramo, es un cilindro de aleación de platino-iridio mantenido por la Oficina Internacional de Pesas y como se definió originalmente, el kilogramo estaba representado a fines del siglo XVIII por un cilindro sólido de platino. Sin embargo, las mediciones de la masa de un volumen de agua resultaron ser imprecisas e inconvenientes, y el artefacto de platino se convirtió en el estándar. Fue reemplazado en 1889 por un kilogramo estándar, también un cilindro sólido, de altura igual a su diámetro, hecho de la misma aleación de platino-iridio que la barra que se usaba como estándar para definir el medidor.
El kilogramo estándar se mantuvo en el Laboratorio de la Oficina Internacional de Pesas y Medidas en Sèvres, Francia. Sin embargo, en 1989 se descubrió que el prototipo mantenido en Sèvres era 50 microgramos más ligero que otras copias del kilogramo estándar. Para evitar el problema de tener el kilogramo definido por un objeto con una masa cambiante, la Conferencia General de Pesos y Medidas (CGPM) acordó en 2011 una propuesta para comenzar a redefinir el kilogramo no por un artefacto físico sino por una constante física fundamental.
La constante elegida fue la constante de Planck, que debía definirse como igual a 6,62607015 · 10^−34 julios · segundo. Un julio es igual a un kilogramo multiplicado por metro cuadrado por segundo cuadrado. Dado que el segundo y el medidor ya estaban definidos en términos de la frecuencia de una línea espectral de cesio y la velocidad de la luz, respectivamente, el kilogramo se determinaría mediante mediciones precisas de la constante de Planck. La propuesta fue aceptada en la CGPM 2018 y, a partir del 20 de mayo de 2019, el kilogramo se definiría por la constante de Planck.
El cilindro usado para definir un kilogramo, mantenido en el Laboratorio de la Oficina Internacional de Pesas y Medidas en Sèvres, Francia.
El estándar para la unidad de masa, el kilogramo, es un cilindro de aleación de platino-iridio mantenido por la Oficina Internacional de Pesas y como se definió originalmente, el kilogramo estaba representado a fines del siglo XVIII por un cilindro sólido de platino. Sin embargo, las mediciones de la masa de un volumen de agua resultaron ser imprecisas e inconvenientes, y el artefacto de platino se convirtió en el estándar. Fue reemplazado en 1889 por un kilogramo estándar, también un cilindro sólido, de altura igual a su diámetro, hecho de la misma aleación de platino-iridio que la barra que se usaba como estándar para definir el medidor.
El kilogramo estándar se mantuvo en el Laboratorio de la Oficina Internacional de Pesas y Medidas en Sèvres, Francia. Sin embargo, en 1989 se descubrió que el prototipo mantenido en Sèvres era 50 microgramos más ligero que otras copias del kilogramo estándar. Para evitar el problema de tener el kilogramo definido por un objeto con una masa cambiante, la Conferencia General de Pesos y Medidas (CGPM) acordó en 2011 una propuesta para comenzar a redefinir el kilogramo no por un artefacto físico sino por una constante física fundamental.
La constante elegida fue la constante de Planck, que debía definirse como igual a 6,62607015 · 10^−34 julios · segundo. Un julio es igual a un kilogramo multiplicado por metro cuadrado por segundo cuadrado. Dado que el segundo y el medidor ya estaban definidos en términos de la frecuencia de una línea espectral de cesio y la velocidad de la luz, respectivamente, el kilogramo se determinaría mediante mediciones precisas de la constante de Planck. La propuesta fue aceptada en la CGPM 2018 y, a partir del 20 de mayo de 2019, el kilogramo se definiría por la constante de Planck.
Recuerda que puedes enviarme las preguntas por correo o por redes sociales.