La respuesta está en la Ley de Conservación del Momento. Si un objeto ya se está moviendo, y nada actúa sobre él para detenerlo, el objeto seguirá moviéndose bajo su propia inercia.
Por tanto, el Sol gira bajo su propia inercia, y seguirá rotando sin cesar, no necesita ayuda para mantenerse en funcionamiento. Isaac Newton, observó que los objetos en movimiento, tienden a permanecer en movimiento. Por ejemplo, un disco de hockey, que se desliza por la pista, solo se detendrá si golpea una pared, o si hay suficiente fricción que actúa sobre él para frenarlo. Sin una fuerza externa como la fricción o una pared que se interponga en el camino, el disco se deslizará para siempre bajo su propia inercia.
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