Esta encantadora galaxia espiral se puede encontrar en la constelación de la Osa Mayor. NGC 3972, repleta de estrellas, se encuentra a unos 65 millones de años luz de la Tierra, lo que significa que la luz que vemos ahora salió hace 65 millones de años, justo cuando los dinosaurios se extinguieron.
NGC 3972 ha tenido una buena cantidad de eventos dramáticos. En 2011, observamos la explosión de una supernova de Tipo Ia en la galaxia (no visible en esta imagen). Todos estos objetos deslumbrantes alcanzan su punto máximo con el mismo brillo y son lo suficientemente brillantes como para verse a grandes distancias.
NGC 3972 también contiene muchas estrellas pulsantes llamadas variables Cefeidas. Estas estrellas cambian su brillo a una velocidad muy similar a su luminosidad intrínseca, lo que las convierte en faros cósmicos ideales para medir distancias precisas a galaxias relativamente cercanas.
Se buscan variables cefeidas en galaxias cercanas que también contienen una supernova de tipo Ia para poder comparar el verdadero brillo de ambos tipos de estrellas. Esa información de brillo se utiliza para calibrar la luminosidad de las supernovas de tipo Ia en galaxias lejanas para que podamos calcular las distancias de las galaxias desde la Tierra. Una vez que conocemos distancias precisas a galaxias cercanas y lejanas, pueden determinar y refinar la tasa de expansión del universo.
Esta imagen fue tomada en 2015 con la cámara de campo amplio Hubble 3, como parte de un proyecto para mejorar la precisión de la constante del Hubble, una cifra que describe la tasa de expansión del universo.