Antes de comenzar, aunque técnicamente ya he comenzado, quiero dejar claro que en este post no os voy a contar tales cosas como... Debemos reciclar, evitar contaminar, cuidar los campos, el mar, los ríos, proteger a los animales, conservar los glaciales, y todas esas cosas que ya conocemos. Iré más allá, a la fuente del problema.
Por supuesto, todas aquellas personas que, por su propia cuenta, se esfuerzan cada día por cuidar a nuestra madre Tierra y lo que ella contiene, tienen un mérito imposible de agradecer, pero, la pregunta es... ¿Si todas las familias en nuestros hogares fuésemos 100% "eco" se acabaría el problema? La respuesta es no. Una sola empresa es capaz de dañar al planeta mucho más que cientos de miles de hogares juntos.
¿Y quienes tienen el poder de mandar sobre las empresas? Los políticos, capaces de crear las normas, y a su vez nosotros los ciudadanos por situar a esos políticos al mando de dicha responsabilidad. Obviamente todos queremos que los políticos representen nuestras ideas y nos garanticen nuestros derechos, educación, sanidad, igualdad, hogar digno... Además, por otro lado, todos queremos viajar, leer, escuchar música, aprender cosas nuevas... Luchar por todas esas cosas que nuestro corazón ama nunca valdrá la pena, si no tenemos un planeta habitable. Y hay que empezar ya a poner soluciones, porque esto no se soluciona de un día para otro, y cuanto más tardemos, más nos alejamos de poner una solución, por tanto, políticamente hablando, el cambio climático debería ser una prioridad, o todas las demás luchas habrán sido y serán en vano. Situar al mando a la persona correcta es la diferencia entre salvar o destruir el planeta.
Os presento a Pablo, es una persona que ha intentado ser lo más ecológicamente posible en su hogar y entorno, pero es una persona normal y corriente, sin fama, como nosotros.
Ahora, imagina que nos hemos adelantado 100 años en el calendario, y hemos convertido la Tierra en un lugar inhabitable, justo antes de llegar a esa situación límite, tendríamos que buscar soluciones, viajar a otro planeta en naves espaciales, o por ejemplo, crear una especie de superbúnker, optimizado para poder sobrevivir, en ambos casos, el aforo sería mayor o menor, pero limitado, aquí viene la gracia del asunto, ¿ A qué tipo de persona crees que dejarían entrar, a Pablo que ha intentado ser una persona ecológica toda tu vida, o a Donald Trump? Cuando este hizo declaraciones como que el cambio climático no existe, e incluso sacó a Estados Unidos del pacto mundial contra el cambio climático, además que como presidente de un país con tal influencia ha tenido la oportunidad de dar ejemplo a miles de millones de personas para cuidar la Tierra.
Básicamente, ¿A quién dejarían entrar, a Pablo, o a los dueños de las compañías eléctricas, petroleras y todos aquellos dueños de grandes empresas que se han enriquecido a costa de estropear el planeta? Reflexionen.
Roberto Rol
rolscience.net