Cuando los físicos asumen que todas las partículas elementales son en realidad bucles unidimensionales, o "cuerdas", cada una de las cuales vibra a una frecuencia diferente, la física se vuelve mucho más fácil. La teoria de las cuerdas permite a los físicos reconciliar las leyes que gobiernan las partículas, llamadas mecánica cuántica, con las leyes que rigen el espacio-tiempo, llamadas relatividad general, y unificar las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza en un solo marco. Pero el problema es que la teoría de cuerdas solo puede funcionar en un universo con 10 u 11 dimensiones: tres grandes espaciales, siete compactas espaciales y una dimensión temporal. Las dimensiones espaciales compactadas, así como las cuerdas vibrantes en sí, son aproximadamente una billonésima parte de la billonésima parte del tamaño de un núcleo atómico. No hay una forma concebible de detectar algo tan pequeño, por lo que no se conoce una forma de validar o invalidar experimentalmente la teoría de cuerdas.