Ubicada a 65 millones de años luz de distancia, es una estrella supergigante azul que una vez existió dentro de un grupo de estrellas jóvenes en la galaxia espiral NGC 3938.
Estalló como una supernova en 2017 y las fotos de archivo del Telescopio Espacial Hubble se usaron para ubicar a la estrella, como se veía en 2007. La estrella fue tan grande como 50 soles, lo que la hace más caliente y más azul, que nuestro Sol, causando que se consumiese de una forma aún más rápida. Hacía tanto calor que perdía sus capas externas de hidrógeno y helio. Cuando explotó, los astrónomos la catalogaron como una supernova tipo Ic debido a la falta de hidrógeno y helio en el espectro de la supernova.