Yvette Smith / NASA |
Las auroras son uno de los muchos fenómenos terrestres que la tripulación de la estación espacial observa desde su posición elevada sobre el planeta. Las luces danzantes de las auroras proporcionan vistas espectaculares, pero también capturan la imaginación de los científicos que estudian la energía y las partículas de nuestro Sol. Las auroras son un efecto de tales partículas energéticas, que pueden salir del Sol tanto en una corriente constante llamada viento solar o de erupciones gigantes conocidas como eyecciones de masa coronal o CME. Después de un viaje hacia la Tierra que puede durar tres días, las partículas solares y los campos magnéticos causan la liberación de partículas ya atrapadas cerca de la Tierra, que a su vez desencadenan reacciones en la atmósfera superior en las que las moléculas de oxígeno y nitrógeno liberan fotones de luz. El resultado: las luces del norte y del sur.
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