La biomímesis (biomimética o biomimetismo), es la ciencia que estudia la naturaleza como fuente de inspiración para nuevas ideas tecnológicas. Estos son algunos ejemplos históricos de biomímesis: El anclaje de la estructura de la torre Eiffel se inspira en el fémur de los mamíferos, los planeadores, de las alas de las aves y la hidrodinámica de las ballenas se emplea en los submarinos.
Veamos ahora algunos ejemplos y sus aplicaciones:
Pata de salamanquesa:
Los gecónidos presentan una peculiar característica, sus patas presentan microestructuras que les permiten reptar por las paredes (incluso cristal) sin caerse, además, pueden pegarse a la pared. La nanotecnología, basándose en este tipo de animales, trata de conseguir materiales con gran adherencia con la ayuda de los nanotubos de carbono.
Flor de loto:
La hoja de la flor de loto, gracias a sus microesetructuras, son hidrofóbicas, esto quiere decir que las gotas de agua no logran adherirse, resbalando por la superficie y arrastrando con ellas la suciedad.
Gracias a esta propiedad, podemos crear aplicaciones nanotecnológicas para generar materiales que no se puedan mojar ni manchar.
Alas de mariposa:
La mariposa morfo azul, se caracteriza por tener unas llamativas alas de color azul, sin embargo, el color real de las alas es marrón, pero la reflexión de la luz en sus escamas microscópicas del dorso genera el fenómeno de iridiscencia.
Las escamas de las alas se disponen en varias capas y reflejan hasta un 70% la luz tantas veces como el número de capas, incluyendo la radiación ultravioleta. A causa de esto, el color depende uniformemente del ángulo de incidencia y de la longitud de onda.
Esta propiedad es imitada en la nanotecnología para diversas aplicaciones, como la formación de cristales fotónicos, colectores óptimos de energía solar y detectores de sustancias químicas.