Nunca podemos conocer simultáneamente la velocidad y la posición de un partícula subatómica, esto es conocido como el principio de incertidumbre de Heisenberg, y significa que nunca podemos estar seguros de donde está el electrón o cual es su velocidad, lo único que podemos saber es la probabilidad de que el electrón esté en un determinado lugar a una determinada velocidad.
Pero una probabilidad con bastante precisión, cuanto mayor es la onda del electrón en un punto, mayor es la probabilidad de encontrar el electrón en dicho punto.
Por ejemplo, en el experimento de la doble rendija, artículo que puedes leer aquí, podemos calcular con bastante precisión cuantos electrones de un haz de luz se dispersarán cuando atraviesan la pantalla de agujeros, pero no podemos saber cuales de los electrones serán los que se dispersarán en una determinada dirección.
Parece que la naturaleza se burla de nuestro sentido común, a nivel subatómico todo parece funcionar bajo el azar, no hay manera de saberlo todo con precisión. Como el famoso caso del gato de Schrödinger cuyo artículo puedes leer aquí, donde es imposible saber con anterioridad si el gato estará vivo o muerto.