Esta paradoja implica sucesos sin ningún comienzo aparente. Supongamos que alguien está tratando de construir la primera máquina del tiempo, pero no tiene dinero suficiente para los materiales y necesita pulir algunas ideas, de repente, de no se sabe donde, aparece una persona mayor con dinero y le ofrece conocimiento y muchos fondos para que construya su máquina del tiempo. El inventor gracias a la ayuda del anciano desconocido se enriquece porque puede viajar al futuro para ver las bajadas y subidas de las acciones en bolsa, como los números de la lotería.
Décadas más tarde, el inventor de la máquina del tiempo es anciano y rico, y decide regresar al pasado para ayudar a su yo más joven a construir la máquina del tiempo.
La cuestión paradójica es: ¿De dónde procedía la idea de viajar en el tiempo?
Esta pregunta es un ciclo sin respuesta, donde no se puede saber en qué momento se ha la idea por primera vez.